Exploremos “Todos nuestros ayeres” y pensar si podrían, y querrían, hacerle un lugar en su lista de lecturas.
Esta historia nos lleva a un pequeño pueblo del norte de Italia, donde seguimos la vida de Anna, una niña tímida que crece en los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Es una vida llena de observaciones silenciosas y momentos de introspección, mientras su familia y vecinos navegan por un periodo de gran agitación política y social.
Anna se enamora, se casa con un hombre mucho mayor y se muda a una región inhóspita del sur de Italia, todo mientras el mundo a su alrededor cambia dramáticamente.
Cada personaje en “Todos nuestros ayeres” está muy bien construido, es decir que casi puedes verlos y oírlos. Desde Ippolito, el hermano de Anna que ayuda a su padre a escribir sus memorias incendiarias, hasta Concettina, la hermana rebelde con muchos novios. Cada personaje aporta una riqueza única a la narrativa.
Natalia Ginzburg ofrece una narrativa que toca temas universales de familia, amor, resistencia y adaptación. Ginzburg captura, y narra de forma muy sencilla y clara pero a la vez cautivante, la vida cotidiana y los pequeños momentos que componen la existencia humana, incluso en tiempos de gran tumulto.
“Todos nuestros ayeres” combina lo personal y lo histórico de una manera magistral. Si disfrutas de historias que profundizan en la psicología de los personajes y que te transportan a un tiempo y lugar diferentes, hazle un espacio en tu lectura. Además, el estilo claro y directo de Ginzburg hace que la lectura sea accesible y envolvente. Aunque el ritmo y tono de la novela, introspectivo y melancólico, puede no ser del agrado de todos los lectores (yo misma estuve a punto de soltarla en un momento inicial).
“Todos nuestros ayeres” es una lectura obligada para cualquier amante de la buena literatura. Natalia Ginzburg nos ofrece un vistazo íntimo y poderoso de la vida en Italia durante un periodo crítico de la historia. A través de los ojos de Anna, vivimos la tensión, el amor, la pérdida y la resistencia. Busquen esta obra que, sin duda, enriquecerá su experiencia de lectura.
Aqui algunas citas del libro que se han quedado conmigo:
“…no se había casado por amor sino por cálculo, y las cosas que se hacen por cálculo nunca salen bien.”
“…estaba especializado en enterrar todas las ideas que le disgustaban, tan hondo como para olvidarse que habían existido…”
“…dijo que la guerra no era como ellos se creian, seguían pasando cosas de todos los dias solo que con cortinas negras en las ventanas…”
“…Dios no se sabia si existía o no, pero en caso de existir le gustaría ver a las personas de pie y con la cabeza alta.”
“Era libre quien aceptaba vivir lo que le echaran. Era libre quien convertia sus pensamientos en salvación y riqueza, no quien creaba con ellos una trampa para caer destrozado.”
“…nadie se encontraba con el valor como un regalo en el bolsillo, el valor había que trabajarselo poco a poco, era una historia larga y duraba casi toda la vida.”
“…si había un después, ahora no merecía la pena pensar en eso”
“…las cosas serias de la vida pillaban de sorpresa, brotaban de repente como el agua…”
“…no se podía sentir miedo por muchas cosas a la vez…”
“…cuando la niña despertaba no era capaz de pensar más que en las cosas que le sientan bien a los niños, el sol, el aire libre, la leche y el pan con mantequilla, una sucesion de dias iguales donde nadie disparaba.”